El rey Fernando de Rumania y la reina María tuvieron una relación estrecha y amorosa. Se casaron en 1893 y se convirtieron en reinicio y rey en 1914, justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial. Durante la guerra, la reina María se convirtió en una figura importante en la atención médica y en la organización de la ayuda humanitaria para los heridos de guerra. También apareció como una figura importante en la diplomacia, tratando de asegurar la supervivencia de Rumania en un mundo que cambió constantemente. King Ferdinand y la reina María tuvieron seis hijos juntos y su matrimonio duró hasta la muerte del rey en 1927. La reina María luchó por mantener la posición de Rumania en Europa, viajando a Francia y a Inglaterra para discutir el apoyo internacional para su país en medio de la Segunda Guerra Mundial. También estuvo activa hasta su muerte en 1938 en diversas organizaciones benéficas. La relación entre el rey Fernando y la reina María se considera como uno de los matrimonios reales más exitosos de la historia de Rumania.
