Quentin Reynolds siempre había sido un gran fanático del fútbol americano y un día decidió asistir a un juego en un estadio local. Durante el partido, Quentin notó que la chica sentada a su lado, Virginia Pine, estaba animando con entusiasmo al mismo equipo que él. Quentin y Virginia intercambiaron algunas palabras durante el juego y descubrieron que tenían mucho en común. Se dieron cuenta de que los dos habían asistido a la misma universidad, que amaban el fútbol americano y que disfrutaban de los mismos programas de televisión. Cuando el partido terminó, Quentin invitó a Virginia a tomar un café y charlar un poco más. Allí, comenzaron a conocerse mejor y a pasar tiempo juntos asistiendo a diferentes juegos de fútbol. Finalmente, Quentin y Virginia se convirtieron en una pareja inseparable y comenzaron a compartir sus vidas juntos. Todo empezó gracias a su amor compartido por el fútbol americano, algo que nunca hubieran imaginado que les llevaría a encontrar el amor verdadero.