Mike y Rachell se conocieron en una fiesta en la que habían sido invitados por amigos en común. Aunque habían oído hablar el uno del otro, nunca antes habían tenido la oportunidad de conocerse en persona. Al principio, ambos se sentían un poco incómodos, pero después de unos minutos de conversación, se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Descubrieron que ambos eran fanáticos de los deportes y les encantaba jugar al golf. Mike también se sorprendió al descubrir que Rachell era una gran aficionada a la comida italiana, lo cual era su gastronomía favorita. Los dos se rieron y charlaron durante horas, intercambiando historias y riendo juntos. Al final de la noche, intercambiaron números de teléfono y acordaron volver a verse pronto. Desde entonces, Mike y Rachell han sido inseparables y continúan disfrutando de su amor por el deporte y la comida con otras aventuras juntos.
