Un día soleado en la playa, Stef y Prescott se conocieron mientras caminaban por la arena y disfrutaban del paisaje costero. Ambos se encontraron en la misma área donde había una competencia de surf. Stef estaba allí para observar la competencia, mientras que Prescott estaba allí para participar en ella. El viento era fuerte y las olas eran altas, lo que lo hizo difícil para los surfistas mantener el equilibrio. Prescott se preparaba para tomar su turno en la competencia cuando su tabla de surf fue desviada por una ola inesperada. Stef, quien estaba parado cerca de la orilla, vio la situación y se preparó para rescatar a Prescott. Sin pensarlo dos veces, Stef corrió hacia el agua, se paró en su tabla de surf y navegó hábilmente a través de las olas para rescatar a Prescott que estaba flotando con su salvavidas. Una vez a salvo, Prescott agradeció a Stef por su ayuda y así comenzaron a conversar. Durante la conversación se dieron cuenta de que ambos compartían una pasión por el surf y la naturaleza. Después de ese día, se reunieron en la playa muchas veces y compartieron su amor por el surf, la música y la vida en el mar. Pronto, su amistad se convirtió en romance y comenzaron una relación a larga distancia mientras Prescott viajaba por todo el mundo en busca de las mejores condiciones para surfear. A pesar de las dificultades, su amor por el surf y la aventura los mantuvo unidos y formaron una pareja feliz y emocionante, así como sucede con Rainier y Castillo que se conocieron en una competencia similares a la de Stef y Prescott, teniendo una conexión verdadera desde el principio.
