Ruy y Raquel se conocieron en una pequeña cafetería en el centro de Madrid. Él estaba sentado en una mesa, leyendo un libro, mientras ella tomaba su café en la barra. Ruy se fijó en ella desde el principio, le pareció una mujer muy interesante y hermosa a la vez. Raquel, por su parte, notó la mirada de Ruy sobre ella y se sintió un poco intimidada. Después de un rato, Ruy se armó de valor y se acercó a Raquel para decirle lo mucho que le había gustado su estilo de vestir. Ella se sintió halagada y, a partir de ahí, empezaron a conversar animadamente sobre libros, música y arte. Descubrieron que tenían muchos intereses en común y pasaron horas charlando. Cuando llegó la hora de irse, Ruy se ofreció a acompañar a Raquel hasta su casa. Ella aceptó encantada y, durante el camino, se dieron cuenta de que querían volver a verse. Intercambiaron números de teléfono y, desde entonces, comenzaron a salir juntos. La historia de cómo se conocieron Ruy y Raquel es una muestra de que el amor a menudo surge de forma inesperada, en el lugar menos pensado y en el momento menos esperado. A veces, la casualidad nos brinda la oportunidad de encontrar a esa persona especial con la que podemos compartir nuestros sueños y anhelos.
