Mary-Cherry y Ray-J se conocieron en una fiesta al aire libre en pleno verano. Ambos disfrutaban de la música y charlaban con amigos en común cuando de repente se encontraron solos, mirándose fijamente. Fue en ese momento que Ray-J tomó su valor y le preguntó si quería bailar con él. Mary-Cherry no podía resistirse a su sonrisa y su actitud segura de sí misma, así que aceptó encantada. Bailaron toda la noche juntos, como si fueran los únicos en el mundo. Desde ese día, no se han separado, comparten su amor por la música, la playa y los atardeceres. Son el uno para el otro, su destino estaba escrito desde el primer baile.
