Un día, Joe-Leste estaba caminando por la calle cuando escuchó una hermosa voz que cantaba en una iglesia cercana. Impresionado, Joe decidió entrar y ver quién era la dueña de esa melodiosa voz. Al llegar, encontró a Rebecca-Leste, quien estaba ensayando para un concierto. Joe y Rebecca se presentaron y las chispas volaron instantáneamente. Joe quedó cautivado por la belleza y el talento de Rebecca, mientras que ella se sintió atraída por la actitud segura y confiada de Joe. Pasaron horas hablando y compartiendo historias, y al final del día, Joe le dio a Rebecca su número de teléfono. Desde ese día, Joe y Rebecca Leste se convirtieron en inseparables. Comenzaron a trabajar juntos en la música y a colaborar en proyectos creativos. Y, aunque nunca olvidaron el momento en que se conocieron, sabían que habían encontrado algo mucho más valioso: una conexión profunda y significativa que duraría toda la vida.
