Renata y Robert se conocieron en una biblioteca universitaria mientras buscaban libros para sus proyectos finales de carrera. Renata estaba buscando libros sobre el arte precolombino y Robert sobre la historia de la arquitectura moderna. A ambos les llamó la atención el libro que el otro estaba buscando y, sin saber cómo, empezaron a conversar sobre sus intereses y sus investigaciones. Descubrieron que ambos eran estudiantes de arquitectura y compartían la pasión por el diseño y la historia. Intercambiaron contactos y decidieron continuar hablando sobre sus proyectos en otro momento. De ahí, surgió una amistad que se convirtió en una relación amorosa unos meses después. Hoy, Renata y Robert son una pareja feliz que trabaja junta en proyectos arquitectónicos y sigue compartiendo su amor por el diseño, la historia y los libros.
