Un día soleado en Los Ángeles, Joshua Gibson estaba entrenando en el campo de fútbol mientras Renee Bargh iba paseando por el área. De repente, la pelota que Joshua había lanzado voló por encima de la cerca y casi golpeó a Renee en la cabeza. Joshua se acercó rápidamente para disculparse y comprobó que Renee estaba bien. En este momento, ambos se miraron y se dieron cuenta de que había una chispa entre ellos. A partir de ese día, Joshua y Renee se encontraban todos los días en el campo de fútbol. Comenzaron a hablar y a conocerse mejor mientras Joshua le enseñaba algunos trucos de fútbol. Pronto se dieron cuenta de que compartían una pasión por los deportes y comenzaron a salir juntos. Desde entonces, han recorrido un largo camino juntos, apoyándose mutuamente en todas sus metas y sueños. Joshua y Renee son ahora inseparables y todavía recuerdan ese día soleado en el campo de fútbol como el día que cambiaron sus vidas para siempre.
