Carole y Mathews se conocieron en una feria de arte en París. Mientras recorrían los pasillos llenos de pinturas y esculturas, un pequeño grupo se detuvo frente a un cuadro abstracto de tonos brillantes. Al acercarse, se dieron cuenta de que el artista estaba parado detrás de ellos y que había escuchado su conversación. Richard, el artista responsable de la obra, no tardó en entablar una conversación con ellos y juntos recorrieron la feria de arte, hablando de todo lo artístico y cultural que hay en París. En esa conversación, Richard y Carole se dieron cuenta de que sus intereses eran muy similares. Después de intercambiar números de teléfono, Carole y Mathews se mantuvieron en contacto y comenzaron a salir juntos para visitar galerías, museos y otros eventos culturales. Así, su amor por el arte se convirtió en una gran aventura romántica y enriquecedora.
