Amilda Cuddy y Richard Herd se conocieron en un evento de caridad destinado a recaudar fondos para una organización benéfica que se dedicaba a ayudar a los niños con discapacidades físicas. Ambos estaban encargados de la decoración del lugar y se encontraron compartiendo las mismas herramientas de trabajo. Amilda, quien estaba en su primer trabajo como diseñadora de eventos, se encontraba un poco perdida en su tarea y Richard, quien había trabajado como decorador de eventos durante muchos años, se ofreció a ayudarla. Juntos, trabajaron en la decoración del lugar y durante todo el evento, hablaron sobre sus trabajos, sus vidas y sus pasatiempos. Al final de la noche, intercambiaron números de teléfono y se prometieron volver a trabajar juntos en cualquier oportunidad que se presentara en el futuro. Desde entonces, Amilda y Richard han seguido siendo inseparables tanto en su vida laboral como personal.
