Dana y Stanley eran dos amigos de la universidad que solían disfrutar de salir en grupo y de las mismas actividades. Un día, durante una de sus salidas de fin de semana, conocieron a Richard, un chico extrovertido y divertido que también se unió a su grupo. Desde ese día, Dana y Stanley y Richard comenzaron a pasar más tiempo juntos, y descubrieron que tenían mucho en común. Comenzaron a hacer planes juntos y a encontrar nuevas formas de divertirse, y pronto se convirtieron en los mejores amigos. A medida que los años pasaban, su amistad solo se fortalecía, y se daban cuenta de que habían encontrado en el otro un compañero para toda la vida.
