Un día, mientras Rob Lowe paseaba por las calles de Los Ángeles, se topó con Laura Dunlop, quien estaba buscando su camino hacia una audición importante en una película. Rob se ofreció amablemente a acompañarla y juntos emprendieron el camino hacia el destino de Laura. A lo largo del trayecto, conversaron y se conocieron mejor, descubriendo que compartían muchas aficiones y pasiones en común. Al llegar al lugar de la audición, Laura estaba muy agradecida con Rob y decidió invitarlo a tomarse un café para seguir charlando. Fue en ese momento en el que Rob y Laura se dieron cuenta de que había una conexión especial entre ellos, y a partir de ese día, empezaron a salir juntos y a construir una historia juntos.