Robert y Leslie se conocieron en una cálida tarde de verano en un café de la ciudad. Él estaba leyendo un libro sobre política y ella estaba escuchando música en su teléfono. Sus ojos se encontraron cuando ella se acercó a pedir su café y él le ofreció compartir su mesa. Comenzaron a hablar y en poco tiempo se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Disfrutaron de su café juntos y desde entonces no ha habido un solo día en el que no se hayan hablado. Ahora, son inseparables y salen a caminar juntos todos los días. Robert se siente afortunado de haber conocido a Leslie y ella sabe que él es el hombre de sus sueños. Juntos, descubren nuevos lugares y viven aventuras maravillosas mientras disfrutan de su amor.