Betty Kelly y Robert F. Kennedy tuvieron una relación profesional estrecha ya que ella trabajó como asistente de su hermano, el presidente John F. Kennedy, y luego como secretaria del fiscal general, Robert F. Kennedy, durante su mandato en el gobierno. Además de su relación laboral, Kelly y Kennedy también mantuvieron una amistad cercana fuera del trabajo, e incluso Kennedy nombró a Kelly como su albacea en caso de su fallecimiento. Sin embargo, no hay evidencia de que tuvieran una relación romántica. Kennedy era un hombre casado y fiel a su esposa Ethel, con quien tuvo once hijos. La relación entre Kelly y Kennedy terminó trágicamente en 1968, cuando Robert F. Kennedy fue asesinado por un pistolero mientras estaba en la carrera por la presidencia de Estados Unidos. Kelly permaneció en contacto con la familia Kennedy y ayudó a preservar su legado a través del Caroline Kennedy Foundation.