Ethel Merman y Robert Levitt mantuvieron una relación romántica durante varios años en la década de 1950. Levitt era un productor del teatro de Broadway y trabajó con Merman en varias producciones, incluyendo "Call Me Madam", que le valió un premio Tony en 1951. A pesar de la aparente gran diferencia de edad entre ellos (Levitt era 17 años más joven que Merman), la pareja parecía feliz juntos y ambos estuvieron comprometidos en varias ocasiones. Sin embargo, finalmente decidieron terminar su relación y siguieron adelante con sus respectivas carreras en el mundo del teatro. A pesar de su separación, Ethel Merman y Robert Levitt mantuvieron una amistad y una colaboración profesional durante muchos años más.