La relación entre Diana Masieri-Byfield y Robert McNamara fue una de amor y compromiso. Se conocieron en la década de 1970, mientras él era presidente del Banco Mundial y ella estaba trabajando como economista en la institución. En 1981, después de divorciarse de su primer esposo, McNamara se casó con Diana. Durante su matrimonio, ambos se dedicaron a la filantropía y trabajaron juntos en diversas iniciativas para mejorar la educación y la salud en países en desarrollo. También trabajaron juntos en la creación de la Fundación McNamara, que se dedica a apoyar proyectos en áreas como la agricultura, la salud y la educación. Sin embargo, la relación no estuvo exenta de controversias, en particular debido al papel de McNamara en la guerra de Vietnam. Diana, quien siempre apoyó a su esposo públicamente, admitió más tarde que tenía algunas reservas sobre las políticas de McNamara mientras él era Secretario de Defensa de Estados Unidos. Después de la muerte de McNamara en 2009, Diana continuó siendo una activista y filántropa, trabajando en proyectos de salud y educación en países en desarrollo como India y Etiopía.