Barbara-Lord conoció a Robert-Powell en una conferencia de arte en París. Durante la conferencia, ambos se encontraron admirando una pintura de Van Gogh y comenzaron a hablar sobre su amor por el arte y la cultura francesa. Robert invitó a Barbara a tomar un café y así, en una pequeña cafetería parisina, comenzó la historia de amor entre estos dos apasionados del arte. Desde entonces, han viajado juntos por todo el mundo en busca de las mejores obras de arte y han construido una colección impresionante en su hogar en la campiña inglesa. Su amor por el arte sigue siendo la base de su relación y su pasión compartida es lo que los mantiene unidos.