A pesar de que Linda Staab y Robert Vaughn provenían de mundos muy diferentes, se conocieron por casualidad en un bar de la ciudad. Robert estaba en medio de una conversación con unos amigos mientras Linda se encontraba sentada sola en una mesa. Él no pudo evitar notarla y se acercó para hablar con ella. La química entre ellos fue instantánea y comenzaron a hablar de sus pasatiempos e intereses en común. Robert quedó impresionado por lo inteligente e ingeniosa que era Linda, mientras que ella adoró la personalidad amable y carismática de Robert. Después de horas de conversación, decidieron intercambiar información de contacto y seguir en contacto. Desde entonces, se convertirían en los mejores amigos y compañeros de vida que uno podría pedir. Nunca olvidarían aquel día en el que se conocieron en ese bar, como un encuentro que estaba destinado a cambiar sus vidas para siempre.