La relación entre Mike Tyson y Robin Givens fue muy controvertida y tumultuosa. Se conocieron en 1987 y comenzaron una relación que pronto se convirtió en matrimonio. Sin embargo, desde el principio, la relación estaba marcada por la violencia y el abuso. De hecho, Givens fue citada diciendo que su matrimonio con Tyson era "como vivir con un toro que acababa de salir de la prisión". Además de la violencia física, Tyson también era muy celoso y posesivo, y Givens se sintió atrapada en una relación muy tóxica. El matrimonio llegó a su fin en 1989, después de solo un año juntos. La separación y el divorcio fueron muy turbulentos, y Givens acusó a Tyson públicamente de abuso físico y verbal. Tyson también habló sobre la relación en su autobiografía, admitiendo que era violento y abusivo durante su tiempo juntos. Años más tarde, Givens habló sobre su relación con Tyson en varias entrevistas, diciendo que nunca había sentido tanto miedo y que era una experiencia traumática que tardó mucho tiempo en superar.
