Robyn se topó con Rod en una convención de arte en San Francisco. Ella se acercó a él y le preguntó acerca de una hermosa pulsera que estaba usando. Resultó que Rod la había hecho, y pronto estaban charlando sin parar sobre técnicas de metalistería y diseño de joyas. Después de esa primera reunión, Robyn seguía encontrando a Rod en eventos de arte y exposiciones en todo el país. Siempre disfrutaban hablando sobre su trabajo y compartiendo consejos. Finalmente, decidieron unir sus talentos para crear una línea de joyas juntos, que sería conocida como "Robyn Renzi y Rod Price". Establecieron un taller en las montañas de Arizona, donde trabajaron juntos para fabricar hermosas pulseras, anillos, collares y pendientes. Su colaboración fue todo un éxito, y su marca se convirtió en una de las más populares del mercado. Años después, cuando alguien les preguntaba cómo se conocieron, ambos se miraban con una sonrisa cómplice, recordando aquel encuentro fortuito en la convención. Juntos, habían construido algo hermoso y duradero gracias a su amor mutuo por el arte y la artesanía.