Phyllis Winger y Rock Hudson fueron amigos cercanos desde la década de 1950 hasta la muerte de Hudson en 1985. La amistad comenzó cuando Winger, quien era peluquera, conoció a Hudson en el set de una película. Ella se convirtió en su peluquera personal y pronto se convirtieron en amigos. A pesar de que Hudson era un actor muy popular y atractivo, Winger no se dejaba impresionar por su fama y lo trataba como a cualquier otra persona. Su amistad era basada en la lealtad, el apoyo mutuo y la confidencialidad. Nunca buscaron publicidad a su amistad y fueron muy discretos en su relación. Sin embargo, después de la muerte de Hudson, Winger fue criticada por algunos de los amigos del actor por haber revelado detalles de su relación en una entrevista. Según Winger, Hudson le había contado que era homosexual y que estaba luchando contra el VIH/SIDA. Ella también dijo que lo había acompañado a su última sesión de quimioterapia. Después de la muerte de Hudson, Winger se convirtió en activista en la lucha contra el VIH/SIDA y estableció la Fundación Phyllis Winger en honor a su amigo. La fundación trabaja en proyectos de prevención y atención médica para personas que viven con VIH/SIDA. En resumen, la relación entre Phyllis Winger y Rock Hudson fue una amistad de larga duración y lealtad mutua que sobrevivió a los altibajos de la vida de ambos. A pesar de las críticas, Winger hizo de su amistad con Hudson una fuerza positiva para la lucha contra el VIH/SIDA después de su muerte.