Nena y Rolf-Brendel se conocieron en una cafetería en Berlín. Ella estaba tomando un café mientras él esperaba a un amigo. Al cruzar sus miradas, se sintió una conexión inmediata entre ellos. Rolf-Brendel se acercó y le preguntó si podía sentarse con ella. Después de charlar un rato, Nena se dio cuenta de que Rolf-Brendel era un músico talentoso y le pidió que tocara algo para ella. En ese momento, Rolf-Brendel sacó su guitarra y comenzó a tocar una canción que había escrito para una chica que conoció en París, pero que nunca había encontrado de nuevo. Fue entonces cuando Nena supo que ella era esa chica y que su destino estaba unido al de Rolf-Brendel. Desde entonces, no se han separado más.
