Cristyne Lategano-Nicholas y Rudolph W. Giuliani tuvieron una larga relación profesional y personal en la política de la ciudad de Nueva York durante los años 90 y principios de los 2000. Lategano-Nicholas, quien había trabajado anteriormente como escritora de discursos para el gobernador Mario Cuomo, se unió a la administración de Giuliani en 1994 como directora de comunicaciones de la alcaldía de Nueva York. Durante su tiempo juntos en la alcaldía, Giuliani y Lategano-Nicholas trabajaron estrechamente en muchos de los proyectos y programas emblemáticos del alcalde, incluida la reducción de la delincuencia, la reforma de los servicios sociales y la atención médica y la revitalización del centro de la ciudad. Lategano-Nicholas es considerada una de las asesoras más cercanas de Giuliani y una de las personas que ayudó a construir su imagen pública. Sin embargo, la relación entre Lategano-Nicholas y Giuliani se vio afectada después de que ella fuera nombrada presidenta de la Corporación de Desarrollo Económico de la ciudad de Nueva York en 2000, lo que la convirtió en una rival política de Giuliani. En 2001, Lategano-Nicholas fue despedida abruptamente de su trabajo en la Corporación de Desarrollo Económico después de una disputa con el alcalde. La razón exacta de su salida no está clara, pero algunas fuentes han sugerido que se debió a desacuerdos políticos sobre los planes de renovación de la ciudad. Desde entonces, Lategano-Nicholas ha mantenido un perfil relativamente bajo en la política y se ha centrado en su trabajo como consultora y ejecutiva de relaciones públicas. Giuliani, por otro lado, ha continuado siendo una figura influyente en la política nacional, incluido su papel en la campaña presidencial de Donald Trump en 2016 y sus esfuerzos para desafiar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
