Martin conoció a Rupert en un evento de caridad en el que ambos participaban. Martin quedó hipnotizado por la presencia del actor y se acercó a ofrecerle una copa de vino. Rupert, siempre amable, aceptó la invitación y los dos comenzaron a charlar animadamente. Descubrieron que tenían muchos intereses en común y enseguida sintieron una conexión especial. Martin se sorprendió al darse cuenta de que había encontrado a alguien que compartía su pasión por la pintura y la literatura. Rupert, por su parte, quedó impresionado por la inteligencia y sensibilidad de Martin. Los dos se sintieron atraídos el uno por el otro y se despidieron con la promesa de seguir en contacto. Desde entonces, Martin y Rupert se han mantenido en contacto y aunque sus vidas han seguido caminos diferentes, siempre han mantenido un respeto y cariño mutuo. La amistad que comenzó en ese evento de caridad ha florecido y se ha convertido en una conexión especial que ha resistido el paso del tiempo.
