Un día soleado en el centro de la ciudad, Amanda caminaba por la calle principal buscando una cafetería para tomar un café cuando de repente, chocó con alguien y cayó al suelo. El causante del accidente resultó ser Russell, quien se sentó junto a ella para asegurarse de que estaba bien. Amanda se sorprendió por la amabilidad de Russell y comenzaron a hablar mientras disfrutaban de su café juntos. Descubrieron que ambos eran fans de la música electrónica y compartían intereses similares. No pudieron evitar sentir una conexión especial y decidieron continuar su charla dando un paseo por el parque cercano. Después de horas de conversación, Russell invitó a Amanda a tomar una copa en su casa, donde le agradó su colección de discos de vinilo y comenzaron a bailar juntos. El tiempo parecía volar cuando Amanda se dio cuenta de que ya había amanecido. Amanda y Russell comenzaron a salir juntos después de aquella tarde inesperada y han sido inseparables desde entonces, disfrutando de su amor por la música electrónica y creando recuerdos que nunca olvidarán.