Jonathan Aitken y Sabrina Guinness tuvieron una relación en la década de 1980. Aitken, un político y empresario británico, estaba casado en ese momento, pero se separó de su esposa en 1995 y eventualmente se divorció de ella. Guinness, una socialité y filántropa, es miembro de la familia cervecera Guinness. La relación entre Aitken y Guinness fue breve, pero se convirtió en tema de escándalo público cuando Aitken presentó una demanda por difamación contra The Guardian y Granada Television en 1995, alegando que habían insinuado que había pasado la noche en la habitación de hotel de Guinness mientras era ministro y recibía pagos ilegales. Aitken negó rotundamente las acusaciones, pero después de que se descubrió que había mentido bajo juramento, fue condenado por perjurio y fraude en 1999 y sentenciado a 18 meses de prisión. Después de su liberación de prisión, Aitken se reinventó como escritor y orador público, convirtiéndose en un defensor de la reforma en el sistema penal británico. En los años siguientes, Guinness ha continuado su trabajo como filántropa y activista en causas como el medio ambiente y la igualdad de género.
