John-Howard y Sally-Yarnell se conocieron en la universidad, durante una clase de literatura. Ambos estaban sentados en la misma mesa cuando el profesor se acercó y les preguntó si querían formar un grupo de estudio. Durante las siguientes semanas, trabajaron juntos para analizar poesía y novelas, y descubrieron que tenían una fuerte conexión intelectual. Una noche, después de una sesión de estudio en la biblioteca, se dieron cuenta de que habían estado hablando durante horas y decidieron llevar su conversación a un café cercano. Allí, hablaron sobre sus intereses, sueños y ambiciones, y John-Howard descubrió su amor por la fotografía mientras Sally-Yarnell compartió su pasión por el teatro. Desde ese día en adelante, se hicieron inseparables y nunca dejaron de aprender el uno del otro.
