Un día soleado en Londres, Mark-Henderson-Business se encontraba en un café del centro de la ciudad tomando un café con leche y una croissant cuando de repente, se le cayó su cartera al suelo. Al agacharse para recogerla, vio que a su lado estaba sentada la famosa cantante Samantha Mumba, quien le ayudó a recoger sus pertenencias. Mark se sintió muy agradecido y decidió invitar a Samantha a un café para agradecerle por su ayuda. Samantha, al ver la amabilidad y cortesía de Mark, aceptó la invitación y comenzaron a conversar animadamente. De pronto, se dieron cuenta de que tenían mucho en común, como su afición por la música y los negocios, y continuaron hablando durante horas hasta que se dio cuenta de que ya había llegado la hora de irse. Intercambiaron números de teléfono y se prometieron seguir en contacto. Desde ese día, Mark y Samantha se han hecho muy buenos amigos y han creado varios proyectos juntos, incluyendo una línea de ropa y una compañía de gestión de talentos musicales. La casualidad de haberse encontrado en aquel café fue el inicio de una exitosa amistad y colaboración.