John-Taylor y Samantha-Phillips se conocieron por casualidad en un café local. Resultó que ambos llegaron un poco temprano a su cita en el mismo lugar. John estaba sentado en una esquina leyendo el periódico mientras Samantha estaba en la fila para ordenar su café. Cuando John se levantó para buscar una cuchara para su bebida, accidentalmente chocó su mano con la de Samantha, dejando caer todas las cucharas al piso. Samantha comenzó a reír, y John se unió a ella. Él se disculpó primero y luego comenzaron a conversar mientras se limpiaban las cucharas. Samantha luego le preguntó a John si estaba esperando a alguien y él le contestó que sí, que estaba a punto de reunirse con un amigo. Samantha también tenía una cita esa tarde, así que intercambiaron anécdotas divertidas de citas a ciegas. Antes de darse cuenta, habían estado hablando durante más de una hora. Finalmente, se presentaron formalmente y se dieron cuenta de que se habían encontrado en el momento y lugar adecuados. Intercambiaron números de teléfono y acordaron reunirse de nuevo para tomar un café juntos. Desde entonces, se han vuelto inseparables y siempre recuerdan ese día en el café como el comienzo de algo especial.
