Un día soleado en Los Angeles, Ashley se encontraba grabando una escena en un set de rodaje. Como siempre, estaba concentrada en su trabajo hasta que escuchó una risa única y llamativa. Cuando se giró, vio a Sammie Rhoades detrás de ella, observando la escena con una sonrisa en su rostro. Ashley se sintió inmediatamente atraída por su personalidad amistosa y su belleza natural. Después de la grabación, Sammie se acercó a Ashley y le ofreció tomar un café. Ashley aceptó encantada y, a medida que hablaban, se dieron cuenta de que tenían algunas cosas en común. Ambas eran de California y habían vivido en diferentes partes del estado antes de trasladarse a Los Angeles para seguir sus sueños en la industria del entretenimiento. Desde entonces, Ashley y Sammie se hicieron inseparables y se convirtieron en grandes amigas. Juntas, trabajaron en numerosos proyectos y compartieron muchos momentos emocionantes en su carrera. A lo largo de los años, su amistad se ha fortalecido aún más, convirtiéndose en una de las más fuertes del mundo del entretenimiento.