Un día soleado, Mark y Sandra se encontraron por casualidad en un café local. Mientras esperaban sus órdenes, notaron que ambos tenían una camiseta de su banda favorita. Mark llevaba una camiseta de Kiss y Sandra una de Guns N' Roses. Se miraron y sonrieron, marcando el comienzo de su conversación. Después de hablar sobre su amor por la música, se dieron cuenta de que habían asistido al mismo concierto de Iron Maiden en el pasado y comenzaron a hablar de sus experiencias en el evento. Desde allí, comenzaron a hablar sobre sus bandas favoritas y compartieron sus opiniones sobre la industria musical. La charla se extendió durante horas y se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Intercambiaron números de teléfono y acordaron reunirse en el próximo concierto de la banda de Mark. Su amor por la música finalmente los unió y ahora son inseparables.
