Un día soleado en Los Ángeles, Ernest-Greene y Sarah-Jane-Hamilton se encontraron por casualidad en una pequeña tienda de discos. Ambos estaban buscando vinilos de bandas de los años 80 y comenzaron a hablar sobre su amor por la música. Mientras compartían sus historias sobre sus bandas favoritas, se dieron cuenta de que tenían más en común de lo que pensaban. Descubrieron que ambos disfrutaban de los mismos libros, películas y series de televisión. Ernest mencionó que estaba formando una banda y Sarah le preguntó si todavía necesitaban un tecladista. Él respondió emocionado que sí, por lo que intercambiaron números de teléfono y acordaron encontrarse para ensayar juntos. Después de varias semanas de ensayo, la banda estaba lista para tocar su primer concierto. Sarah estaba en el público y estaba tan orgullosa de la banda de Ernest que no pudo evitar unirse en el escenario para cantar una canción. La multitud estalló en aplausos y la banda supo que había encontrado su vocalista. Desde entonces, Ernest y Sarah han estado trabajando juntos en la música y han desarrollado una conexión profunda y duradera. Aunque no sabían en aquel momento lo mucho que cambiaría su vida esta coincidencia en una tienda de discos, ambos están seguros de que fue el destino quien los unió.
