Tiffany y Sarah Jane se conocieron en un set de grabación de película para adultos en Los Ángeles. Ambas actrices estaban listas para una escena juntas y se presentaron en el camerino. A pesar de que no se conocían previamente, las chicas inmediatamente congeniaron y comenzaron a hablar sobre cosas triviales mientras se preparaban para la grabación. Mientras se maquillaban y peinaban, Tiffany descubrió que Sarah Jane había crecido en el mismo lugar donde ella había pasado su infancia. A partir de ahí, comenzaron a hablar sobre sus vidas, intereses y gustos personales. Sarah Jane mencionó que le encantaba bailar salsa, y Tiffany confesó que era una gran fan del fútbol americano. La conversación continuó durante todo el día, incluso durante las pausas para almorzar, y las chicas se convirtieron en amigas cercanas. Después de la grabación, intercambiaron números de teléfono y comenzaron a hablar con regularidad, compartiendo noticias y chistes sobre su trabajo en la industria del cine para adultos. Durante los siguientes años, Tiffany y Sarah Jane trabajaron juntas en varias películas y, aunque ambas tomaron caminos diferentes en sus carreras, continuaron siendo amigas cercanas y mantenían una relación de amistad a largo plazo.