Danny-Boy y Savannah se conocieron en una playa paradisíaca del Caribe en una calurosa tarde de verano. Mientras Danny-Boy estaba disfrutando del agua fresca, Savannah paseaba por la playa y se le acercó para hablarle en español. Danny-Boy quedó impresionado por la fluidez y el acento de Savannah en su español. Después de charlar un rato, Danny-Boy descubrió que Savannah había crecido en Puerto Rico, y que había venido al Caribe en busca de relajación y aventura. A partir de ese momento, Danny-Boy y Savannah se convirtieron en inseparables durante el resto de su estadía en la isla. Comenzaron a compartir sus planes de viajes y planes futuros, y se dieron cuenta de que tenían muchos intereses en común. Danny-Boy y Savannah decidieron seguir en contacto después de aquel verano, y mantuvieron su amistad a través de internet y correo electrónico. Años después, decidieron volver a visitar la misma playa donde se conocieron, para revivir aquellos días de aventura y amistad.