Un soleado día de verano, Mindy se encontraba caminando por las calles de Los Ángeles cuando de repente se topó con Scottie, quien estaba sentado en una banca haciendo melodías con su guitarra. Mindy se detuvo para escuchar la música que emanaba de las cuerdas y, al mismo tiempo, se percató de la mirada encantadora que Scottie le regaló al verla allí. En un instante, decidieron charlar como si se conocieran de toda la vida y comenzaron a hablar acerca de sus vidas, sus intereses y sus pasiones. Descubrieron que ambos compartían una misma pasión por la música y el arte en general. Scottie estaba muy interesado en escuchar la música que Mindy había compuesto, mientras que ella estaba fascinada por la habilidad que él tenía en la guitarra. Mindy y Scottie comenzaron a intercambiar sus números de teléfono, y luego se pusieron en contacto para colaborar en un proyecto musical. Pasaron largas noches componiendo, grabando y mezclando música juntos, y poco a poco fueron desarrollando una gran amistad y luego algo más. Desde entonces, Mindy y Scottie no se han separado, trabajan juntos en música y se apoyan mutuamente en todo lo que hacen. Ambos se sienten muy afortunados de haberse encontrado en aquel día de verano, en el que la música los unió para siempre.
