Athena y Sean se conocieron en una fiesta en Los Ángeles. Ambos estaban en la pista de baile cuando se cruzaron miradas y se acercaron para hablar. Descubrieron que compartían intereses en común, desde la música hasta la literatura, y rápidamente se conectaron. Durante la noche, disfrutaron de su conversación y de la música, y también intercambiaron números de teléfono. Al día siguiente, Sean llamó a Athena para invitarla a salir. Fueron a caminar por el parque, hablando y riendo juntos mientras descubrían más cosas que tenían en común. Desde aquel día, Athena y Sean se han convertido en inseparables, explorando la ciudad juntos y apoyándose mutuamente en todo lo que hacen. Su relación se ha fortalecido y han encontrado en el otro una fuente de inspiración y alegría.
