Sebnem y Senol se conocieron en una fría tarde de invierno en Estambul. Ambos estaban sentados en el mismo café, concentrados en sus respectivos trabajos. Sebnem trabajaba en su próxima novela, mientras que Senol revisaba documentación para su próxima investigación. De repente, sus miradas se cruzaron y se quedaron mirándose fijamente por unos segundos. Después de un breve y tímido saludo, empezaron a conversar. A medida que hablaban, descubrieron que compartían varios intereses en común, como la literatura, el arte y la historia. Sebnem y Senol terminaron su café y decidieron seguir hablando mientras caminaban por el barrio. Finalmente, se dieron cuenta de que habían pasado toda la tarde juntos y que no querían despedirse. Intercambiaron números de teléfono y se prometieron seguir en contacto. A partir de entonces, Sebnem y Senol se convirtieron en grandes amigos y empezaron a colaborar en proyectos creativos. Juntos, escribieron varias obras de teatro, montaron exposiciones en galerías de arte y realizaron investigaciones históricas. A medida que pasaba el tiempo, su amistad creció en algo más profundo. Haz clic aquí ?
