David Price-X y Selma Blair se conocieron en una fiesta de la alta sociedad de Hollywood, en la que coincidieron por casualidad mientras compartían una reducida mesa de aperitivos. Al principio, David pensó que Selma era una de las personas más aburridas que había conocido, pero esto cambió cuando ella empezó a hablar sobre los problemas de la industria cinematográfica y su lucha por conseguir papeles más relevantes. David quedó impresionado por la determinación y la pasión de Selma, y desde aquel día se convirtieron en amigos inseparables. Con el tiempo, su amistad evolucionó hacia algo más, y hoy en día son una de las parejas más influyentes de la meca del cine.