Mikey Day y Selma Blair se encontraron por casualidad en una librería en el centro de Los Ángeles. Ambos estaban buscando el mismo libro y al acercarse a la misma estantería, sus manos se tocaron suavemente. Se miraron a los ojos por un instante, sonrieron y comenzaron a conversar. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, incluyendo su amor por la actuación y la comedia. Intercambiaron números de teléfono y continúan viéndose desde entonces. Ahora son grandes amigos y ocasionalmente colaboran juntos en proyectos creativos.