Alla Nazimova y Sergei Golovin tuvieron una relación amorosa y profesional a principios del siglo XX. Nazimova era una actriz y productora de origen ruso que se hizo famosa en el teatro de Broadway en la década de 1910, mientras que Golovin era un artista teatral, escenógrafo y director de teatro también de origen ruso. Nazimova y Golovin se conocieron en los Estados Unidos y pronto comenzaron una relación amorosa. Juntos, trabajaron en varias producciones teatrales y cinematográficas, incluyendo la película muda "Salomé" (1923), en la que Nazimova interpretó el papel principal y Golovin diseñó la escenografía. Su relación se caracterizó por ser tumultuosa y apasionada, con peleas y reconciliaciones constantes. La pareja tuvo una hija, Yelena Golovina, nacida en 1916, pero eventualmente se separaron en los años 20. A pesar de su rompimiento, Nazimova y Golovin continuaron trabajando juntos en proyectos de teatro. Nazimova también financió la producción de algunas obras de Golovin, incluyendo su versión de "Hamlet" en 1936. Nazimova falleció en 1945, pero su legado en la historia del teatro y el cine permanece. Golovin siguió trabajando en el teatro en los Estados Unidos hasta su muerte en 1953.