Michael-Benasra y Sharon-Stone se conocieron en una fiesta privada de una famosa productora de cine. Él, reconocido como el mejor ilusionista de todos los tiempos, estaba realizando un truco de magia en el que él mismo se cortaba su brazo y luego lo volvía a unir. Allí estaba Stone, impactada y cautivada por lo que estaba viendo, no dejaba de aplaudir y sorprenderse con cada truco que hacía. Luego de la presentación, ambos se encontraron en la barra del lugar y comenzaron a charlar, ella le preguntó cómo había realizado sus trucos y él le explicaba con detalles cada uno de ellos. Como la noche estaba tan agradable, decidieron salir a la calle a caminar y conversar más tranquilos. Caminaron por el parque durante horas, hablando sobre la vida, la magia, el cine y el amor. Fue en ese momento cuando Michael tomó la mano de Sharon y le dijo: "Quiero mostrarte mi truco más asombroso" y le empujó para que su cuerpo flotara en el aire por un momento. Desde ese día, Sharon se convirtió en la asistente principal en los espectáculos de Michael. Y la magia entre ellos, no solo se refiere a la que realizan sobre el escenario, sino también a la que sienten el uno por el otro.