A-J y Shauna se conocieron en una tarde soleada de primavera en la playa de Santa Mónica, en Los Ángeles. A-J estaba paseando por la playa y notó a Shauna haciendo yoga en la arena. Él se acercó a ella y le preguntó si podía unirse a la sesión de yoga. Shauna, amablemente, aceptó. Después de terminar la sesión, A-J y Shauna comenzaron a hablar y descubrieron que tenían muchos intereses en común. Hablaron sobre su amor por la música, el arte y la naturaleza. También descubrieron que vivían cerca uno del otro. A-J y Shauna se despidieron esa tarde, después de intercambiar números de teléfono. Desde entonces, no han dejado de hablar y han compartido muchos momentos divertidos juntos. Su amistad ha crecido cada día más fuerte y están agradecidos de haberse conocido en aquella tarde en la playa.
