Dylan Thomas y Shelley Winters mantuvieron una breve relación en 1951 mientras él se encontraba de gira en Estados Unidos. Según se dice, Thomas le pidió a la actriz que se casara con él, pero ella lo rechazó porque estaba enamorada de alguien más. A pesar de su corta relación, Thomas le dedicó uno de sus poemas, titulado "Para W.H.", en el que la describe como una "bella visión" y la compara con Helena de Troya. Después de la relación, Winters continuó su carrera en el cine y Thomas regresó a Gales, donde murió apenas dos años después a causa de complicaciones por su alcoholismo.