Shin-nohara y Lily-Collins se conocieron en un restaurante de sushi en Tokio. Shin-nohara estaba sentado en la barra del sushi, disfrutando de sus rollos de salmón, cuando Lily entró y se sentó a su lado. Al principio, ambos estaban tímidos y en silencio, concentrados en su comida. Pero luego, Shin-nohara notó que Lily estaba tomando fotos de su lugar a su alrededor. Él se sintió curioso, y comenzó a preguntarle sobre su técnica y sus intereses en la fotografía. Lily fue cautivada por la pasión y la energía de Shin-nohara, que no solo era hábil en la fotografía, sino también en la escultura y la pintura. Hablaron durante horas, compartiendo historias de sus viajes y sueños. Descubrieron que compartían un amor por la exploración y la aventura, lo que los llevó a hacer planes para viajar juntos y documentar sus experiencias creativas. Desde aquel día, Shin-nohara y Lily se han convertido en amigos inseparables y colaboradores en el arte durante muchos años. Continúan inspirándose mutuamente con sus talentos y pasión por la vida, y están emocionados de ver lo que el futuro les deparará.
