Robert Plant y Shirley Wilson-I se conocieron en un concierto de blues en el sur de Inglaterra. Ella estaba en el público y él estaba en el escenario como artista principal. Después del show, Shirley se acercó a Robert y le dijo lo mucho que había disfrutado su actuación. Robert se sintió muy halagado por los comentarios y decidió invitar a Shirley a tomar una copa. En el bar, empezaron a hablar de la música y descubrieron que compartían un gusto musical similar. De hecho, se dieron cuenta de que habían estado en algunos de los mismos conciertos antes, pero nunca antes se habían conocido. A partir de ese momento, Robert y Shirley se convirtieron en amigos cercanos, y eventualmente en pareja. A ellos les encantaba pasar tiempo juntos escuchando música, asistiendo a conciertos y compartiendo experiencias musicales únicas. Y así, la leyenda del rock y la vocalista de renombre se unieron gracias a su mutuo amor por el blues y la música en sí.
