Dr. Lawrence Spangard y Sigrid Gurie no se conocieron de la manera más común. Fue durante una noche de truenos y relámpagos que se encontraron por primera vez. Lawrence, en su afán por encontrar un refugio para la lluvia, decidió entrar en la tienda de antigüedades donde Sigrid trabajaba. Al principio ella se sorprendió por su presencia, pero rápidamente se sintió cómoda con él. Poco a poco comenzaron a conversar y compartieron sus intereses mutuos por la literatura y la gastronomía. Al final, la tormenta disminuyó y Lawrence se ofreció a acompañar a Sigrid a su casa. Desde entonces, no se han separado y su amor crece con cada día.
