Kaye-Garcia y Simon-Atkins se conocieron por casualidad en una tienda de música en el centro de la ciudad. Ambos estaban buscando el mismo álbum y, al no encontrarlo, comenzaron a conversar sobre sus artistas favoritos y sus gustos musicales. A medida que hablaban, se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común y acabaron intercambiando sus números de teléfono para seguir hablando más tarde. Después de algunas semanas de conversaciones telefónicas y citas, se convirtieron en una pareja felizmente enamorada y todavía comparten su amor por la música y otros intereses comunes.
