Jamie-Bochert y Sofia-Malamute se conocieron en una noche de verano en un bar de Nueva York. Jamie estaba sentada en la barra, tratando de ahogar sus penas con un trago de whisky, cuando vio a Sofia sentada en una mesa cercana. Desde el primer momento, sintió una extraña conexión con ella. Sofia también la miró fijamente durante unos segundos, antes de levantarse de su mesa y acercarse a la barra. "Hace tiempo que no veo a alguien beber tan triste", dijo Sofia con una sonrisa amistosa. Jamie se rió un poco, sorprendida por el comentario. Y así, comenzó una conversación entre ellas. Descubrieron que tenían muchas cosas en común: ambas habían crecido en familias poco convencionales, habían experimentado con drogas y arte, y habían viajado por todo el mundo en busca de inspiración. Pronto se dieron cuenta de que sentían una atracción mutua, y la noche terminó con un apasionado beso en la salida del bar. Desde ese día, Jamie y Sofia se convirtieron en inseparables, y comenzaron a colaborar en proyectos creativos juntas. Y aunque la vida les tenía preparadas muchas sorpresas y dificultades por delante, siempre mantuvieron la confianza y la amistad que las había unido esa noche en el bar.