Cary Grant y Sonja Henie tuvieron una breve relación sentimental en la década de 1930. Henie era una famosa patinadora artística noruega que se había trasladado a Hollywood para actuar en películas. Grant, por su parte, estaba en el apogeo de su carrera como actor y se encontraba en el mismo ambiente de Hollywood. Según los informes, Grant quedó en enamorado de Henie después de verla actuar en una producción de Sun Valley Serenade en 1941. La atracción era mutua y pronto comenzaron una relación. Sin embargo, la relación no duró mucho y se dice que terminó debido a las diferencias culturales y la falta de compromiso por parte de Henie. A pesar de que su romance no duró, Grant y Henie mantuvieron una amistad duradera. Grant incluso le regaló a Henie un cachorro de bulldog inglés llamado Rocky, quien se convirtió en la mascota de Henie y la acompaño en muchas de sus giras por todo el mundo. En resumen, Cary Grant y Sonja Henie tuvieron una breve relación romántica, pero mantuvieron una amistad duradera a lo largo de los años.